Lilymeth Mena Copiright 2014 © Todos los derechos reservados

Safe Creative

Registro de Propiedad Intelectual

Nevado

Abrí los ojos y di unos pasos hacia fuera. Los pequeños copos caían sobre mi cabello y mis hombros como una escarcha muy leve. Extendí los brazos en una especie de lluvia de júbilo interna. Mis pies descalzos no sentían frío. Me sentía feliz, por primera vez en mucho tiempo era feliz. Todo allá a lo lejos, hasta donde mi vista alcanzaba a ver era blanco. Un llano blanco con pinos muy altos, blancos también. Sin sol brillante pero con mucha luz. Tanta, que todo era de un blanco resplandeciente, casi fluorescente, como si cada cosa, el suelo mismo cubierto de nieve, tuviera luz propia.
Como si todo fuera pura energía fluyendo libremente por todas partes.
No sabía por que milagrosa razón. Pero aquel dolor que me aquejó durante tantos años, ahora simplemente había desaparecido. Los dedos de las manos podía encogerlos y estirarlos como cuando tenía veinte años menos, doblé las rodillas y bajé casi hasta el suelo, me sentía de maravilla. Tomé aire en una respiración ancha y gomosa pero sin obstrucciones.
Entonces noté algo que me preocupó.
Mi ropa era muy escasa, apenas un pantalón de gabardina doblado un poco hasta abajo, una camisa de manga larga azul con líneas en gris, también arremangada. Como podía estar sobre la nieve con copos cayendo sobre mi, sin sentir nada de frío?
Entonces un conejo blanco apareció junto a mi, como si hubiese salido de la nada. Un conejo grande, esponjado y gordo.
Sus ojitos rojos tenían un brillo muy marcado, como si estuviese con lágrimas contenidas todo el tiempo. Se sentó sobre sus patas traseras sin dejar de mirarme.
Entonces con voz muy aguda me dijo:
Que? No te has dado cuenta?
De que?, respondí, casi sin creer que le estaba hablando a un conejo.
Estas muerto.
15 Junio, 2010
Lilymeth Mena.
Safe Creative #1006166604914

1 comentario:

Jorge Muzam dijo...

Mientras bajaba a través de tu blog y veía los títulos de algunos relatos y empezaba a leer otros, me preguntaba por la escasez de comentarios. Ciertamente no obedece a un tema de calidad ni de narración atractiva que estimule a una rspuesta escrita. Menos a la cantidad de visitantes, que debe ser generosa.
Llegué a una preconclusión y es que, por ser historias cerradas, con leyes propias, con universos propios, dejan un escaso margen al comentario. Es posible usar un conjunto acotado de felicitaciones, apoyos, bienaventuranzas y buenos deseos (lo cual es totalmente correcto, merecido y necesario para el autor), pero a poco andar, la repetición de los mismos adjetivos les hace perder fuerza y honestidad en su apariencia.

Para hacer una crítica literaria certera se necesita, o ser Mario Vargas Llosa o un insoportable pedante. No soy ninguno de los dos. Tan sólo diré que me gusta la mayoría de las historias que he leído. Aprendo, evoco, a ratos me sorprendo y casi siempre disfruto de la música de las palabras de estos breves universos paralelos.

"Nevado" es un buen relato, aunque estimo que el título no le hace justicia a la calidad de la historia.

Un fuerte abrazo Lilymeth. Mis felicitaciones y buenos deseos son permanentes para tí.