Los pies derechos de ambos, dan el compás a su paseo nocturno. El vestido de ella, ya un poco roído, se mueve a cada lado cuando ella se contonea. El pie derecho de èl se arrastra un poco, por aquel accidente que tuvo a los treinta.
En una esquina del parque se encuentran con un hermoso jardín de flores, todas olorosas, todas coloridas.
Nicanor pone con mucho trabajo una de sus rodillas en el suelo, y con ambas manos recoge algunas flores para ella.
Una espina le lastima un dedo mientras las arranca.
Ella recibe el ramillete con sus dedos largos, se para de puntillas y planta un beso en la frente de su amado.
-Ven, querida. Sentémonos un momento en esta banca, tomemos un instante los rayos de la luna.
Ella se desata una trenza y anuda con cuidado e infinita ternura, el dedo huesudo lastimado de Nicanor.
-Si mi vida, tomemos un baño de luna hoy. Mientras podemos.
01 Noviembre, 2010
Lilymeth Mena.
2 comentarios:
BELLA IMAGEN LA DE ESTA AMOR FOSILIZADO.
SERGIO L.
Le has dado una bella historia de amor a este hallazgo arqueológico. Si mal no recuerdo la foto es real... puede que me esté confundiendo... Da igual, es bellísima.
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