Lilymeth Mena Copiright 2014 © Todos los derechos reservados

Safe Creative

Registro de Propiedad Intelectual

Contemplación…

“Cuando uno mira un monstruo
demasiado tiempo
uno mismo se convierte en el monstruo…”

Nunca supe comprenderte no supe leerte por mas que quise cada intento parecía hundirme mas en una confusión que me ponía tan de mal humor conmigo misma, pusiste a prueba todos mis sentidos, todos mis instintos, me obligaste a retroceder tantas veces para volver a pisar sobre las mismas huellas que ya había dejado cuando pasé por el camino la primera vez. Era volver, volver para caer en los mismos errores sin llegar a nada, nunca sentí que estuviera dando pasos o que realmente me estuviera acercando a algo o…a ti.
Cuando era niña mi mamá nunca me daba a beber en vasos de vidrio por que desde siempre he roto todo lo que cae en mis manos, siempre he sido muy descuidada con platos, tazas, vasos, todavía me cuesta trabajo no romper nada así que hice lo mismo que mamá, en casa los vasos son de plástico. Tenia yo como siete años y fuimos a cenar a casa del jefe de mi papá, uno de esos señores importantes con una tremenda casona en una zona rica de la ciudad, creo que a las mujeres en mi país nos enseñan a ser objeto desde siempre, mi mamá nos vestía mas bonitas de lo normal (siempre nos tenia como muñecas) y nos pedían que nos comportáramos, después de la cena mi hermanita y yo fuimos a jugar con la hija de la familia una niña un par de años mas pequeña que yo, cuando los adultos se fueron a la sala nosotras nos metimos en la cocina. Tenían unos vasos de vidrio muy bonitos, yo que jamás veía ese tipo de cosas y menos tan finos me parecieron lo mas lindo del mundo, mi hermanita y la otra criatura se pusieron a comer las botanas que estaban en una charola, yo agarre un vaso y lo puse sobre la madera del comedor de la cocina, mis rodillas sobre la silla y mis codos sobre la mesa, agarre la jarra que contenía un liquido de color amarillo verdoso, lentamente llené el vaso pero cuando llegué al borde no me detuve, nunca había visto como al caer el liquido se forma esa graciosa fuente interna aquel gracioso burbujeo y seguí sirviendo hasta que aquello comenzó a derramar por todos lados, el comedor termino mojado igual que mi barriga, mi vestido blanco con encajes, mi crinolina, mis calcetas blancas y mis zapatitos, toda yo era una sopa.
Leyendo toda esta anécdota de mi niñez te preguntaras cual es el punto? Para allá voy, no me importo mojarme, derramar aquel liquido burbujeante por todas partes, que me regañara mamá como lo hizo (no podía creer lo que hice) no me importo nada, me encanto ver aquel vaso desparramando como fuente ese chorrito luminoso a contra luz, las burbujas subiendo rápidamente unas tras otras, sabia que todo terminaría mal pero era algo que jamás había visto, me dio mas gozo que decepción.
Nunca había visto algo como tu, no había escuchado cosas como las que tu me dices, nunca conocí a nadie como tu, supe que al igual que el liquido verdoso con nosotros todo terminaría derramado por el suelo, sobre mi ropa, dentro de mis zapatos, pero siempre fue mas gozo que cualquier otra cosa por difícil que te resulte siempre te disfrute, así de denso y diminuto como crees que eres.
Hoy puedo cerrar los ojos y sentirme tranquila, ahora comprendo que nada paso por que uno de los dos no quiso, también se que si esto hubiese sido de ambos, no habría tenido final, habría sido como en los cuentos que uno lee sin creer que sean verdad por que jamás has visto nada parecido, ni sentido nada igual.
Es hora de cerrar círculos, abrir puertas, mirar espacios mas allá de esta ventana mía, mas allá de mi…de ti, gracias por haberme dejado que te contemplara tanto, por hacerme ver en mi todo lo que tu viste, por bajarme de esa nube donde estuve tanto tiempo, estoy lista para dejarte ir.
18 Septiembre, 2009
Lilymeth Mena.

No hay comentarios: