Pinguin ??

"Uno dos tres por mi

y por todos mis compañeros..."

Parece increíble que hoy en día de todo tiene uno que cuidarse por que todo “hace daño”, cuando yo era niña jamás escuche expresiones o comentarios como los que seguramente Sam mi hija ha escuchado, si no de mi de vecinas, compañeras mías de trabajo, amistades, en fin, que no coma uno mucho de esto o aquello por el colesterol…colesterol? Yo jamás vi que a mi madre le preocupara algo como eso, o los triglicéridos, era mas común que nuestras madres nos dijeran que no nos comiéramos las uñas o que no miráramos tanta televisión por que íbamos a quedar idiotas, pero nadie nos decía que era malo comer dulces después de las seis o que tomáramos agua simple para cuidar los riñones o que no nos tragáramos los chicles por que el plástico no le hace bien al estomago. De hecho creo que éramos niños muy libres, podíamos salir a jugar hasta bien noche sin que nuestra madre se preocupara de algún traficante de órganos o roba chicos, mucho menos un violador pedófilo, si te caías de la bicicleta pues llorabas, te sacudías las nalgas, y latosamente te volvías a trepar en la bici a seguirle, ahora si te caes corren a levantarte, te ponen desinfectantes, te limpian te ponen una venda y ya no te dejan salir a jugar en dos o tres días. Somos extremadamente protectores, yo a los diez años iba a la tienda por los cigarros para mi papa¡ claro que Clarita la de la tienda de la esquina no le vendía cigarros a menores de edad pero en mi caso hacia una excepción, conocía a mi padre y sabia que trabajaba en casa, y pues era de suponer que si me enviaba a mi o alguno otro de mis hermanitos estaba muy ocupado en sus planos como para ir el, y pues me daban las cajetillas sin chistar.
Yo nunca dejé a Sam ir a la tienda sola hasta hace unos meses y ya tiene trece años, de hecho hace muy poco que se viene sola de la escuela, claro su escuela esta a cuadra y media pero aun así le costo trabajo convencerme.
Recuerdo también los dulces y las caricaturas que veíamos en aquellos días, como éramos de dulces e inocentes, puedo ver mis manos llenas de Salvavidas de colores, el sabor de un Miguelito en mi lengua, los gansitos, los motitas, las enchiladas de la esposa de Don Héctor el portero de la primaria, sus hijas feas y peludas (mi hermano Alex creo que estaba enamorado de una pero…siempre ha tenido un gusto pa` las viejas que ni hablar) Nosotros una generación dichosa que creció con el capitán cavernícola, la pantera rosa, el inspector ardilla, el pulpo manotas, series a blanco y negro como los intocables, combate (en technicolor), el avispón verde, la isla del tesoro, perdidos en el espacio, mi marciano favorito, y podría seguirme en remembranzas pero la verdad es que eran otros tiempos, éramos otros niños, eran otras madres, pareciera que fue otro mundo. Ah también leíamos¡ Hace poco en una encuesta dijeron que el mexicano promedio lee al año aproximadamente unos seis libros, como toda respuesta el comunicólogo dijo con el estùpido propósito de parecer simpático –Pues alguien por ahí leyó sus seis y los seis que a mi me tocaban…
A mi todavía me toco leer al negrito Memin pinguin*, la estupenda familia Burron, incluso y con vergüenza admito haber tenido comics de Capulina¡ a escondidas todos estos por que en casa eran literatura prohibida por mi padre.
Ah que tiempos aquellos de comer sin miedo, de salir a la calle sin miedo, de ver televisión y reírte a carcajadas por bromas inocentes, si, la vida era mas simple, pero también harto buena.
15 Julio, 2009
Lilymeth Mena.


* Ah aqui nomas aclarando...para aquellos que han vivido engañados pensando que se llama Memin Pingüin, pues no, es pinguin, dice el creador del personaje que antes a los niños muy latosos se les llamaba pingos, así que el pinguin es por que el tal Memin era un pingo bien hecho pero en chiquito (ósea un pinguin), así que deja de parecer idiota y lee bien, es pinguin, no tiene diéresis asi que la U no suena...ok?