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Monsoon...

Tiene treinta y tantos, anda por el departamento con los pies descalzos y en ropa interior, a veces escribe, otras lee, le gusta escuchar los ruidos que le llegan de afuera y algunos silencios que va guardando en su baúl, para cuando sean precisos. En su cara y en su cuerpo han quedado las marcas de los años, de las cosas vividas, de las buenas, de las que no lo fueron tanto, sus antebrazos le recuerdan aquellos cien kilos que aun hoy en día le siguen pesando…tanto. Los grandes ojos de su pequeña le arrancan sonrisas y regocijo, está viva, a pesar de todo, atrás quedaron las depresiones, el cáncer, esa matriz que…atrás quedo el miedo, el encierro, lo único que sabe es que esta viva y bien viva. Todavía cree en el amor aunque jamás lo haya visto, es como un ente divino del que le han hablado mucho y que siente la necesidad de proteger, es como la muerte de las hadas, han ido muriendo por que la gente ha dejado de creer, ella no cuestiona los caminos del amor, ella tiene fe, piensa que el amor es el motor que mueve el universo, esa fuerza que todo lo puede, y quiere seguir creyéndolo. Las relaciones personales le cuestan, escucha, observa, pero cuando llega el momento de interactuar algo falla, algo simplemente no se da. Las personas son impredecibles, con ellas nunca se sabe. Últimamente van ganando esas lagunas en su memoria, quiere concentrarse pero se distrae fácilmente, duerme poco, esta entrando a esta sociedad que esta hasta el tope de mal cogidos y mal dormidos, todo se le olvida, de por si, la buena memoria nunca fue su fuerte, su madre le decia –Acuérdate de…(a buen árbol te arrimas). Anda para todos lados del departamento con ese libro en la mano que no ha podido terminar de leer por que primero tuvo fiebre, después le dolía la cabeza y luego…

Ya no sabe que decir, para los pocos amigos que tiene es dura, fría, siempre dice la verdad aunque duela, no tolera a los chillones por eso detesta ponerse así, no puede doblegarse, no puede demostrar su lado flaco por que no le creen o la tiran de loca (los bipolares dominaran el mundo dice Spiritito), y con la familia no puede demostrar que se siente sola, ellos siempre se lo han dicho, -Vente pa`aca`, pero no, ella no es de esas que se dan por vencidas, si no se dejó caer de rodillas por esos tumores cuanti menos por la pinche soledad, no será la primera, ni la ultima.
Y…contigo…tampoco sabe que decir o como comportarse, si parece que se queja crees que espera indulgencia, si dice lo que piensa…esta loca, y si no dice lo que piensa es mentirosa.
Te decía que las relaciones nomás no se le dan.
Dicen que es aquello que mas deseamos y nos causa mas gozo, de lo que se nos priva, quizá sea cierto, ella solo desea una mano apretando la suya, una mejilla húmeda pegada a su espalda bajo el agua de la regadera, una pierna sobre su cadera a la hora de dormir, sentirse feliz y poder trabajar con sus manos otra vez, hacer muñequitos sonrientes y flores fantásticas, pero…es pedir mucho.
En momentos así solo puede regañarse por lo tonta que es, siente pena, no, pena no, vergüenza, de atreverse a pedir (aunque no debiera) se para del escritorio y toma el libro otra vez, y vuelve a andar por ahí, con los pies descalzos y en ropa interior, escuchando los ruidos que le llegan de fuera y guardándose los silencios para cuando se requieran.
23 Julio, 2009
Lilymeth Mena.

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